"La presencia de la música" desarrolla su interesante proyecto en Gran Canaria.
El grupo Sojara Brass presentó su programa "Tubos por un tubo" y el trío de cuerdas "Musijugando" brindaran su música directa a personas que, de otra forma, pasarían toda su vida sin tenerla. La idea es ofrecer diferentes tipos de conciertos en instituciones tales como hospitales, hogares de mayores, hogares de tránsito y acogida, centros de educación especial y de discapacitados físicos y psíquicos, centros penitenciarios y psiquiátricos, etc. Está inspirado en una idea de Yehudi Menuhin, quien lo puso en marcha en el año 1977 en Gran Bretaña, con el convencimiento de que la música puede superar cualquier barrera idiomática, de enfermedad, de carencia o de deficiencia. Para aquellas personas cuyas vidas son particularmente problemáticas o estresantes, una experiencia musical en vivo no sólo les brinda un inmenso placer, sino que también tiene efectos terapéuticos y educativos. Los músicos que participan en estas experiencias tienen la gratificación de la respuesta espontánea y agradecida que reciben de las audiencias para las que actúan. Concretamente la organización Menuhin da 7.200 conciertos al año en Inglaterra.
El grupo Sojara Brass presentó su programa "Tubos por un tubo" y el trío de cuerdas "Musijugando" brindaran su música directa a personas que, de otra forma, pasarían toda su vida sin tenerla. La idea es ofrecer diferentes tipos de conciertos en instituciones tales como hospitales, hogares de mayores, hogares de tránsito y acogida, centros de educación especial y de discapacitados físicos y psíquicos, centros penitenciarios y psiquiátricos, etc. Está inspirado en una idea de Yehudi Menuhin, quien lo puso en marcha en el año 1977 en Gran Bretaña, con el convencimiento de que la música puede superar cualquier barrera idiomática, de enfermedad, de carencia o de deficiencia. Para aquellas personas cuyas vidas son particularmente problemáticas o estresantes, una experiencia musical en vivo no sólo les brinda un inmenso placer, sino que también tiene efectos terapéuticos y educativos. Los músicos que participan en estas experiencias tienen la gratificación de la respuesta espontánea y agradecida que reciben de las audiencias para las que actúan. Concretamente la organización Menuhin da 7.200 conciertos al año en Inglaterra.
En Las Palmas de Gran Canaria, cada concierto tiene un narrador que sirve de nexo entre la música y la audiencia. La duración es de alrededor de 60 minutos, con un repertorio elegido cuidadosamente para adecuarse al tipo de audiencia. La idea es crear un ambiente relajado y recreativo. Al finalizar, el concierto se plantea un coloquio con participación de los músicos.
Font: http://www.laprovincia.es