4 d’abril del 2009

"Un instrumento musical desarrolla un país"

Lukas Pairon lleva la batalla en la sangre y por eso ha creado Music Fund, para aprovechar viejos instrumentos de Occidente que pueden empezar una nueva vida en zonas conflictivas como Oriente Próximo o África.
Cada cierto tiempo, Pairon y los suyos cargan en Bélgica un camión en el que se lee: Give music a chance. Días después desembarcan en Gaza, en Ramala, en Kinshasa o en Maputo con una buena pila de violines, clarinetes, flautas, timbales o tubas: "Los dejamos en escuelas con las que trabajamos sobre el terreno y así contribuimos ae allí no paren de hacer música".
Empezó en 2002. Le invitaron a dar un concierto en Ramala y se dio cuenta de que podía construir lo que otros se empeñan en destrozar a cañonazos. "El hombre tiene esas cosas. Puede cargarse el mundo pero también puede arreglarlo",
Así fue como entró en contacto con la Fundación de Eduard Said y Daniel Barenboim. "Fue pocos meses antes de que Said muriera. Me impresionó su trabajo. Barenboim insistía en que la falta de instrumentos era un problema serio para lo que querían hacer, y entonces decidí ocuparme de esa parte", comenta Pairon.
A día de hoy han entregado ya 1.500 que han recogido por Europa. España se apunta este año al cargamento. Empezarán a recolectar en diciembre en colaboración con Música de Hoy y La Casa Encendida. "Un instrumento fuerza el desarrollo de un pueblo y hace avanzar un país. Además, es un refugio para la felicidad de la gente que vive en conflicto. Les ayuda a crecer y escapar", afirma Pairon.
Eso es algo que tiene comprobado. "Cuando nuestros músicos van allí a enseñar, comprueban que los chicos aprenden mucho más rápido que en Occidente". Tiene que ver con la agudeza, pero también con la búsqueda del placer. "Están mucho más abiertos y son más sensibles a todo aquello que les hace evadirse. A ellos y a quienes les rodean".
Pero no sólo les enseñan a interpretar desde Music and Fund. "También les enseñamos a cuidar esos instrumentos. Para nosotros son como seres vivos y así se lo inculcamos. Amigos en quienes confiar, por eso hemos creado talleres para reparar y cuidar lo que les entregamos". En eso son además pioneros. "Hemos conseguido que la gente se forme en Europa y luego pueda desarrollar un oficio así en sus países. Por ejemplo, al primer reparador de instrumentos de viento que habrá en Mozambique, un profesor de saxofón al que hemos enseñado. También a quien será el primer afinador de piano del mismo país".
Font: JESÚS RUIZ MANTILLA http://www.elpais.com