4 de juny del 2009

Els músics són millors per identificar les emocions

LOS MÚSICOS SON MEJORES PARA IDENTIFICAR EMOCIONES
Dana Strait, autora principal del estudio, realiza sus trabajos de investigación en el Laboratorio de Neurociencias de la Audición, dirigido por la neurocientífica Nina Kraus.
El laboratorio es pionero en el estudio de la neurobiología subyacente en el habla, en la percepción de la música y en la plasticidad cerebral para el aprendizaje.
Kraus, profesora de ciencias de la comunicación y neurobiología, Richard Ashley, profesor de cognición musical, y Erika Skoe del Laboratorio de Neurociencias de la Audición, son los otros autores del nuevo estudio.
En él, se ha descubierto que cuantos más años de experiencia musical tienen los músicos, y cuanto más temprana fue la edad a la que comenzaron sus estudios de música, mayor es su habilidad para procesar las emociones presentes en el sonido.
Los científicos ya sabían que la emoción se transmite más por la forma en que un sonido se comunica que por el significado lingüístico de una palabra. El grito de un niño al llamar a su madre, o incluso sonidos vocales sin palabra alguna, pueden significar cosas muy diferentes dependiendo de las propiedades acústicas del sonido.
En esencia, en los experimentos realizados con motivo del nuevo estudio, se comprobó que los músicos, con mayor rapidez y menor esfuerzo que los participantes sin formación musical, concentran sus recursos neurales en el aspecto importante del sonido, en este caso en el aspecto emocional, al ser la voz de un niño pequeño el breve sonido con el que se examinó la respuesta cerebral de los sujetos.
Además, los autores del estudio también comprobaron que los elementos acústicos que los músicos procesan con mayor eficiencia son justamente aquellos a los que los niños con trastornos del lenguaje, por ejemplo autismo, les cuesta más trabajo codificar. "No sería una exageración decir que los niños con trastornos del lenguaje podrían beneficiarse con la experiencia musical", argumenta Kraus.
Strait, pianista e intérprete de oboe, que anteriormente trabajó como terapeuta con niños autistas, va un poco más lejos. Teniendo en cuenta que los problemas de percepción emocional son típicos en el autismo y el Síndrome de Asberger, sugiere que el entrenamiento musical podría estimular el procesamiento de las emociones en los pacientes de esas enfermedades.

Font: http://www.elsonido13.com/artes-musica-detalle.asp?id=1095