8 de juliol del 2009

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“¿Para que sirve la Música? Para todo y para nada”. Las competencias son la clave.
La LOE introdujo en el currículo de Música un nuevo elemento que ha modificado tanto los objetivos como los contenidos y la evaluación de la materia: las competencias básicas. Su aplicación está generando no pocas dudas.
¿Para qué sirve la Música? “Para todo y para nada”, responde el pianista y profesor de Secundaria del IES “Alburquerque”, Pedro Piquero, “y ese es el problema, que sin una finalidad clara, sin una utilidad, los chavales no hacen el esfuerzo de aprender. Ese es el problema de la asignatura de Música en España, que no existe una cultura del esfuerzo”. Tradicionalmente la materia de Música ha sido considerada como una “maría”: una asignatura fácil que debe pasarse con poca dedicación y menos atención. Esta concepción no sólo ha sido sostenida por la sociedad en general –y el alumnado en particular– sino también por la propia Administración, que no ha comprendido la importancia de la materia y en consecuencia no ha sabido dotarla de la carga horaria suficiente necesaria para poder garantizar un correcto aprendizaje. Esta situación, que se perpetúa en el sistema educativo español a lo largo de su historia, contrasta con la del resto de los países de la Unión Europea “donde hay una tradición y una conciencia musical mayor”, como explica Javier Lara, presidente de la Confederación de Asociaciones de Educación Musical (Coaem). Según Lara, el problema estriba en que “ni los propios responsables ministeriales han recibido formación musical, por lo que no son sensibles a las necesidades de la materia”.
La actual Ley Orgánica de Educación (LOE) es un buen ejemplo de esta falta de sensibilidad, ya que la carga lectiva de la asignatura –que había experimentado una mejora con la aprobación de la Logse– se ha visto reducida en todos los cursos. En el primer ciclo de Primaria se pasa de impartir 140 horas semanales a 105 con la LOE. En Secundaria, ni siquiera se han conseguido recoger las dos horas semanales por curso demandadas por las asociaciones de profesores. “Ahora nos hemos quedado con un punto medio en Primaria, que es insuficiente, y en Secundaria… depende de la Comunidad Autónoma”, denuncia Javier Lara. Pero la LOE no sólo ha traído consigo una reducción horaria, ha introducido un elemento novedoso que ha dotado de nuevos contenidos y objetivos la enseñanza musical, las competencias básicas. “No deja de ser una contradicción que se haya reducido el horario de Música, a la vez que se le da una mayor importancia a esta materia con la introducción de las competencias”, asegura el presidente de Coaem. Según el ME, una competencia es el conocimiento que se adquiere a través de la resolución de una tarea en la que se han tenido que aplicar los conocimientos y recursos personales del sujeto. Es decir, es el conjunto de habilidades y actitudes que deben ser alcanzadas a lo largo de la Educación obligatoria por la mayoría del alumnado para garantizar su desarrollo personal y social. “Cuando la LOE desarrolla los mínimos en Secundaria, introduce las competencias básicas como un anexo”, aclara Charo Royo, asesora de Secundaria en Fomento de la Lectura y Música en el centro “Juan de Nunza”. “Este mismo anexo es incluido por las comunidades autónomas con algunas precisiones, pero sin precisar muchos aspectos”. La introducción de las competencias en el currículo de Música supone una modificación no sólo de los objetivos y los contenidos, sino también de la evaluación, ya que se entiende que desde la materia de Música se puede contribuir al desarrollo de todas y cada una de las competencias básicas. Sin embargo, su aplicación en el aula está siendo bastante irregular. Javier Lara comentaba que, pese que el propósito inicial fue muy bueno, “no se están dando los cauces adecuados para su implantación real”.
Por su parte, Charo Royo asegura que “es pronto para hablar, pero se está avanzando mucho. Yo creo que el profesor está muy implicado, pero todavía estamos dando los primeros pasos”.
Evaluación compleja
Hasta ahora los chavales habían aprendido a pasar exámenes, no a tener conocimientos”, asegura el intérprete de piano y profesor, Pedro Piquero, señalando uno de los problemas más evidentes de la Educación actual. Para tratar de subsanarlo, el ME ha introducido unos nuevos criterios de evaluación en los que se tiene en cuenta no sólo el conocimiento adquirido sino la capacidad de aplicarlo para solventar problemas cotidianos. Como es lógico, este sistema plantea no pocas dudas y problemas. Charo Royo, asesora de Secundaria de Música, plantea la cuestión: “¿A qué nivel tengo que evaluar o qué competencias debe alcanzar un alumno a nivel artístico para ser competente en Secundaria?”. El Ministerio ha facilitado a los docentes una serie de orientaciones para aplicar la evaluación, pero éstas se muestran insuficientes ante la complejidad de la tarea. “Nos faltan directrices claras por parte de la Administración educativa y unificar criterios más generales”, explica Charo Royo, quien también afirma que “son necesarios unos criterios muy claros para que todo el mundo responda a estos. Creo que el Ministerio debería sacar el desarrollo del Decreto de Evaluación”.
Javier Lara, presidente de Coaem, considera que “todavía queda mucho trabajo por hacer. Para lograrlo necesitaremos todo el apoyo de la Administración ”.
Font: http://www.magisnet.com/